Día a día

EN LA TRINCHERA DEL ARTE

EN LA TRINCHERA DEL ARTE

2012-09-12

Me hallo en el "Centre Cívic de Portocolom", en Felanitx, y metido en una caja blanca, inmaculada.

Aquí están resueltos todos los problemas que puedan existir en la oscuridad. Todo está blanqueado para que se puedan besar los perfiles que con esmero se alinean como soldados formados para la guerra.

Estoy con el escultor Toni de la Mata que ha llenado este espacio con finos trozos de hierro, con miles de fragmentos de metal reciclados a poesía de la buena. La mala está convertida en polvo de taller, a mugre de desagüe, el que se pierde por las cañerías del letargo.

De la Mata encanta a todos los presentes, pasea su espíritu vestido de blanco, va a juego con el lugar. Camina entre peanas y formas alargadas que sostienen, una a una, su alma de artista.

Para comer hay uvas, así se recupera a la antigua Roma, a la mediterránea. , hay queso y uva y vino. Ingredientes del verano isleño y salino, mezclados con poemas que van a su aire. Están estilizados y todos se puede comer, se puede engullir por los sentidos.

De la Mata me mata con su frescura. Circula por el espacio como el viento, inventándose artimañas con su inspiración instantánea, y hasta me sorprende con un hondero mientras anoto lo que ahora escribo. El "foner", el lanza piedras, me mira con sorna y está a punto de lanzarme una pedrada con su honda. Yo me río de él porque lo conozco, salió de una página de un libro que escribí, así que no le queda de otra que tirar la piedra a algún Goliat; a no. Incluso le propongo que haga de hondero fenicio con otro, que ensaye con los figurines de nuestro veraneo de sol y playa, con esos señoritos que viven con vistas al mar azulado. Que les dispare a los yates pomposos que sólo surcan las espumas del champán.

De la Mata está entretenido contando historias de una soldadura que hizo de madrugada. Explica como un trozo de hierro se le resistía a inmortalizarse bajo sus manos. Parece que hicieron un trato, el fragmento y él: "Si te quedas quieto y te pegas a ese triangulito te pondré en la peana más alta", "¿Puede ser una peana de madera?, es que quiero vivir en el contraste", ", de acuerdo, ahi te colocaré, en una de madera, pero ahora ni te muevas acerito inquieto".

Hoy, el trocito forma el cuerpo de una mujer, se llama " La Supra-Donna". La chica tiene el pelo en el remolino de un vendaval debido a alguno de los cuatro vientos.

Desafía con mirada de futuro, con el porte de un movimiento que danza a su manera. Es que es libre, está liberada de todo, como su creador: Toni de la Mata.